domingo, 25 de enero de 2015

Tema 4: Formación y expansión de los reinos peninsulares

 1. El origen de los reinos cantábricos
n Los pueblos del Norte peninsular (galaicos, astures, cántabros y vascones), protegidos por la Cordillera Cantábrica, se mantuvieron independientes de Al-Andalus.
n Un noble visigodo, Pelayo, obtuvo la victoria de Covadonga (722) frente a los musulmanes, considerada como el inicio de la Reconquista. Sus sucesores (Alfonso I y Alfonso II) se nega­ron a pagar impuestos a Al-Andalus y crearon el reino de Asturias.
n A mediados del siglo IX, con Alfonso III, este reino aprovechó la debilidad del Emirato de Córdoba y ocupó tierras hasta el Duero. Para controlar estos nuevos territorios, los repo­blaron con campesinos y trasladaron la capital a León (pasó a llamarse reino de León).
n En el siglo X, el Califato de Córdoba frenó la expansión leonesa, y diversas expediciones, dirigidas por al-Mansur, saquearon sus ciudades.
n Castilla fue en su origen un territorio fronterizo de León, expuesto a los ataques musulma­nes y gobernado por condes que dependían del rey de León.
Bajo el conde Fernán González, Castilla empezó a ser más influyente, aunque continuó dependiendo del reino de León o del de Pamplona. Con Fernando I (1035) se convirtió ya en reino de Castilla.
 2. Los primeros condados y reinos pirenaicos
n En el siglo VIII, los francos crearon una franja fortificada en los Pirineos para protegerse de los musulmanes de Al-Andalus: la Marca Hispánica. Se dividía en condados dependientes de Carlomagno, pero se fueron desvinculando de él a su muerte.
n Un conde de Pamplona, Íñigo Arista, se independizó de los francos en el siglo IX y creó el reino de Pamplona. Éste se fue expandiendo hasta que consiguió su máxima extensión con Sancho III el Mayor (siglo XI). Sin embargo, a su muerte dividió el reino entre sus hijos.
n Los condados aragoneses (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) también se independizaron de los francos en el siglo IX. Con Sancho III estuvieron unidos al reino de Pamplona, pero a su muerte, su hijo Ramiro I unió los tres condados y se proclamó rey de Aragón.
n Los reyes francos dominaron más tiempo los condados catalanes. El conde de Barcelona, Vifredo el Velloso, obtuvo el vasallaje de la mayoría de los demás condados catalanes. Su nieto, el conde Borrell II, logró la independencia de los francos en el año 987.
3. La expansión territorial de los siglos XI y XII
n El Califato de Córdoba se fragmentó en taifas (1031), lo que facilitó la expansión cristiana hacia el Sur.
n Las taifas intentaron comprar la paz mediante un pago anual en oro, las parias. Pero los reinos cristianos usaron esos ingresos para conquistar territorios:
Fernando I de Castilla unió su reino al de León y se expandió por el Sur del Duero. Su hijo Alfonso VI ocupó Toledo (1085), llegó al Sur del Tajo y repobló las tierras entre este río y el Duero.
Alfonso I de Aragón ocupó la taifa de Zaragoza y su capital (1118). Por su parte, el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV conquistó Tortosa (1148) y Lleida (1149). Y el primer rey de la Corona de Aragón, Alfonso II conquistó Caspe y fundó Teruel (1171).
n Ante los avances cristianos, las taifas pidieron ayuda a los almorávides (1086-1109), unos guerreros del Norte de África que acabaron derrotando a los reinos cristianos. Pero el dominio almorávide se debilitó, y en 1146 las taifas pidieron ayuda a los almohades, que también lograron frenar a los cristianos durante 50 años.
4. La repoblación de los territorios conquistados
n La ocupación de tierras deshabitadas o conquistadas a los musulmanes se denomina repo­blación. Las tierras se convertían en propiedad del rey, que las entregaba a los nobles en pago de su ayuda militar, a los eclesiásticos para fundar monasterios, o a los campesinos libres, que las ponían en cultivo.
n Los repobladores eran cristianos o mozárabes, atraídos por los privilegios de las cartas de poblamiento.
n Las repoblaciones tuvieron distintas fases:
– Desde el siglo IX, en el valle del Duero y al Sur de los condados pirenaicos, hubo repo­blaciones libres, en las que se entregaban parcelas (presuras) a los campesinos.
– A partir del siglo XI, los campesinos tuvieron que buscar la protección de un señor y pasaron a ser siervos.
– En el siglo XII, cuando ya se ocupaban territorios densamente poblados por los musul­manes, se organizaron las repoblaciones concejiles, que otorgaban fueros (privilegios y derechos) a sus repobladores.
n Los territorios repoblados pasaron a ser organizados económicamente igual que los reinos cristianos: se fundamentaban en la agricultura de subsistencia, la ganadería y una red esca­sa de intercambios.
Descubre el Camino de Santiago
n La iglesia construida en honor al Apóstol Santiago se convirtió en un centro de peregrina­ción de la Cristiandad a partir del siglo XI y dio origen al Camino de Santiago.
n Gracias al Camino se construyeron iglesias, hospederías y hospitales. También florecieron las ciudades y se produjeron intercambios de ideas, culturales y artísticos.
n En Santiago se construyó la catedral, que albergaba el sepulcro del Apóstol, y de la que destaca el Pórtico de la Gloria.
5. La Península Ibérica: encuentro de culturas
n En la Edad Media, convivieron en la Península Ibérica cristianos, musulmanes y judíos. Esta convivencia favoreció la mutua influencia cultural.
n Muchos autores griegos y latinos, traducidos al árabe, fueron conocidos en Occidente por las traducciones realizadas en las escuelas de traductores hispanas, como la de Toledo.
n En las ciudades de Al-Andalus vivían importantes minorías de judíos, que permanecieron en ellas cuando fueron conquistadas por los cristianos. Vivían en barrios separados (aljamas o juderías), donde tenían su centro de culto, la sinagoga. Pagaban impuestos especiales y gozaban de autonomía administrativa y judicial.
n También en Al-Andalus permanecieron comunidades de cristianos, llamados mozárabes. Podían mantener su religión y sus propias leyes, pero debían pagar más tributos y acatar la autoridad.

n Por último, los musulmanes que habitaban en territorio cristiano eran los mudéjares. También debían pagar tributos especiales y estaban obligados a vivir en barrios separados (morerías). Influyeron enormemente en la cultura cristiana: lenguaje, conocimientos técni­cos y científicos, arte y arquitectura

No hay comentarios:

Publicar un comentario